Otro mundo
Pensando en qué escribir aprieto mis ojos hasta ver estrellitas y me acuerdo de cuando miraba las cosas a través de unos agujeritos hechos con los dedos, de que con un ojo se ve dorado y con el otro plateado y que las cosas se corren de un lugar a otro. Por supuesto, también están las estrellitas y las manchas que quedan en los ojos que cuando cerrás y abrís varias veces, parecen que se van moviendo hacia arriba y van desapareciendo.
En la oscuridad las cosas se vuelven sospechosas y cualquier bulto de ropa se convierte en alguien que está acechando. Y ahí, si te apretás los ojos, aunque veas estrellitas no les das ni cinco porque lo único que querés es dormirte de una vez y hacer desaparecer lo que te rodea.