24/12
Viene la época de fiestas y ya sabemos lo que eso significa para mí.
La única reflexión que quiero hacer este año es que llegué a la conclusión de que somos unos pelotudos.
La navidad es una garcha; no es que no me guste la reunión, la comilona, beber, recibir regalos y darlos... Es que todo eso podríamos hacerlo en año nuevo, más festejable a mi parecer.
La navidad no tendría que existir. Es una mentira espantosa para engañar a los niños, tener algunos feriados, excusa ideal para orgías de todo tipo...
Ojo, hablo de nuestra navidad, con el gil de papá noel, el arbolito, y los turrones. Con la navidad de aquellos que festejan el cumpleaños de Jesús no me meto, esa es la verdadera.
Pero cómo hacer para congeniar dos cosas tan diferentes cuando la misma sociedad te mete en la cabeza ideas tan raras? Cómo le enseñás a los chicos una cosa cuando en la escuela se cuenta otra. Ni siquiera podés decirle que papá noel no existe porque lo cuenta a los compañeritos y después te odian todos por aguafiestas.
Lo peor de lo peor de todo, lo más horrible, asqueroso y degenerado: que si te portás mal papá noel no te trae regalos. Flor de hijo de puta! Quién se cree que es! Injusticia! Con tanto chico pobre que recibe lo que pueden los padres y no lo que él pide, al lado de familias pudientes con regalos de todo tipo, tamaño y color. Cómo le hacemos esa chanchada a los niños que ántes de creer en ese gordo pelotudo creen ciegamente en nosotros y lo que les decimos. Y cuando se enteran de que "papanoelsonlospadres" no se enojan ni se sienten estafados, lo aceptan de buena gana y como si nada.
Dejémosle la navidad a los que creen que es el niñito Dios el que les deja los regalos, por lo menos eso es más creible, si caminaba encima del agua como no va a poder llegar en la misma noche a todas partes del mundo y regalar un montón de cosas. Dejemos la navidad a los creen en Dios y arman el pesebre. Dejemos la navidad.
Regalémonos cosas para año nuevo, brindemos, festejemos y sobre todo, digamosle a los chicos que los regalos los pagamos nosotros de nuestro bolsillo, sin importar si se portaron bien o mal, como en su cumpleaños.
Yo no armé el arbolito, pero para este 24, y siendo anfitriona de la fiesta, tendré que hacerlo para que mis sobrinos no se desilusionen y vuelvan a decir este año: a mí me parece que lo ví a papá noel cuando se iba, pero no estoy muy seguro...
...y deberé tragarme todas mis palabras...