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A veces se ponía la máscara de la perfección; no, la de la autosuficiencia. Y entonces pensaba: qué idiota. Y entonces pensaba: así debe de ser.
Era como un número de circo donde intentaba mostrar algunas cosas graciosas, solapando esa angustia. Escondiendo todo aquello que se extraña, esas lágrimas contadas, dos o tres, que cuelgan de los ojos y nunca terminan de caer.
Claro, es que la máscara las tapa. A veces, cuando se saca la máscara siente que hace daño, que lastima. Y entonces pensaba: cuándo he de crecer. Y entonces pensaba: Quizás así sea como funciona.
Y el número parece no terminar, tratando de solucionar algunos errores sólo comete más. Sabe que la soga sobre la que camina es delgada, en cualquier momento puede caer. Y abajo siempre hay alguna red. Siempre?
Y entonces se pregunta: cuánto dolor aguanta el cuerpo antes que el alma empiece a gritar?
Y entonces decide: Sólo hay que probarlo…
5 Comments:
A veces es cuestión de no olvidarse de esa red que usté menciona.
Hay que probar de todo en la vida y una de esas cosas es la experiencia de caer sin una red abajo. Te felicito, has dado un paso más, estás un paso más cerca.
Beso.
con máscara te referís a rimmel?
duele cuando te quitás el rimmel????, te explico: viene un liquidito para limpiarse los ojos cuando te quitás el maquillaje, y se usa algodón, pero nada de andar arrancando la máscara porque te arrancás pestañas, por eso te duele
lo que no entiendo es porqué andás haciendo cositas de circo cuando te demaquillás.
tratá de que siempre haya una red si no! puff te entra liquidito en los ojos y que hacemos?
Cuando uno viene herido se convierte en una gillette. Y así nos andamos un tiempo (O toda la vida) hasta que empezamos a disfrutar de la sangre que salta a chorros por doquier, incluso la nuestra propia.
El alma tiene aguante, más si uno no la deja entumecerse corriendo riesgos seguros, saltando del 8vo piso luego de chequear que la red está en su lugar.
Que caminar por la cornisa no sea sensato no quiere decir que no sea deleitoso.
julia, es tonto que a veces uno anda sufriendo por que lo que tiene algún día no vaya a desaparecer.
orlando. un paso mas cerca de qué? de la muerte? ji. no, jajajaja, broma aparte, entiendo lo que me decis.
hermana, odiamos el rimmel.
yaya, es bueno darse el gusto de sentirse todo lo mal que uno pueda sentirse. El extremo siempre es sabroso.
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