Tierra, trágame!
Abril escribió alguna vez un comentario en mi blog, (en realidad fue en mi espacio de msn) en donde yo hablaba de las ventajas de utilizar los teléfonos que están en la calle y que son a monedas. No sé porque me viene a la mente esto, pero me resultó graciosa la frase y la verdad de la situación. El hacer de cuenta que se te corta la comunicación por falta de monedas "cuando dijiste algo que no sonaba tan mal en tu cabeza".
Como situación, sin teléfono de por medio (que es peor porque no podes cortar y seguís ahí parada frente a frente), es casi terrible, y hasta gracioso, dependiendo del interlocutor.
Una vez dicho no hay vuelta atrás; más que desear que el otro no haya entendido o escuchado no se puede hacer. Y en estas situaciones no suelen pasar estas cosas. Son en estos momentos en que uno habla más claro, más alto y bien modulado que nunca, y quien nos escucha esta prestándonos una atención inusitada. Hasta está mirándonos a los ojos, para que cuando pongamos la cara pertinente note bien cada movimiento de los músculos de la cara y cualquier cambio en el color de nuestra piel. Y, como es de esperarse, la comunicación no se corta ni podés salir corriendo, por lo que lo mejor es tratar de salir de la situación de la manera más airosa posible, lo que requiere de una gran habilidad que no todos tenemos. Pero... podemos intentarlo...
Una observación más a modo de consejo: no tratemos de explicar lo que dijimos y no se entendió, lo que no dijimos o lo que no quisimos decir. SIEMPRE es peor.
5 Comments:
No necesariamente.
(Por Dios, matenmé!)
El doble sentido es lo mejor que le puede pasar al lenguaje.
Voto por que se hable ambiguamente y nada más. Las cosas claras son aburridas.
Eso, el doble sentido... qué bien que nos hace...
Fer, lo más odioso es cuando te explican un chiste que sí entendiste, pero como no te reiste...
Cutipaste, m?
orlando-torrecuadrada, voy a usar la frase de cutipaste: No necesariamente. A veces las ambigüedades generan problemas. Después andamos puteando porque las cosas no son claras.
numealeon, el doble sentido ya es otra cosa, en mí, ya es una especie de segunda piel.
En algunos casos, lo mejor es la risa, diría Goffman. Se puede disfrazar una metida de pata como broma, o de última quedás como boluda, dependiendo el contexto, a veces es mejor quedar como imbécil que como hdp.
Se nota que soy especialista... en metidas de pata hasta el cuello!
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