Puntada sin hilo

Antes, cuando cosía a mano frecuentemente, por las noches tenía una especie de sueño consciente.
Antes de dormirme me veía cosiendo pero cuando iba sacando la aguja lo hacía de forma tal que terminaba pinchándome el ojo.
Era incontralable, como cuando escribía a máquina y todas las palabras las hacía mentalmente con los dedos, o cuando jugaba al tetris y las piezas hacían lo que querían en vez de ir a los lugares donde yo las mandaba.
Muy parecido, sólo que mucho, muchísimo más peligroso.